Así que, comencé en 2019, ya contratado por NextAge. Conocí a Marcelo, y él me ofreció un desafío. En ese momento, el desafío era comenzar en el área de soporte e implementación de usuarios en la plataforma NextAge, el sistema para obras, donde NextAge nació. Cuando llegué, el departamento era pequeño y entré para brindar soporte, siendo el asistente de André, quien hoy también es director, en esa área.
Con el tiempo, la empresa comenzó a enfocarse cada vez más en el desarrollo de software, migrando significativamente al sector de software house. La plataforma que era el sistema heredado, nuestro sistema interno para obras, quedó completamente bajo mi responsabilidad. Comencé a buscar nuevos proyectos, a tratar con los clientes, y pasé del soporte a asumir roles en las áreas comercial y gerencial. Este período fue fundamental para mi crecimiento, mostrando que podía asumir nuevas responsabilidades. Marcelo y Juliano seguían ofreciéndome nuevos desafíos, y yo los aceptaba.
Así, pasé de soporte a analista y, luego, a gerente de proyectos, siempre enfocado en la plataforma NextAge, específicamente en RH Web. Con el crecimiento de la empresa, hubo una expansión de las direcciones, y surgió la oportunidad de iniciar una nueva fase en la fábrica de software de NextAge, con el servicio de mantenimiento. En este nuevo sector, trabajamos con clientes que no tienen área de desarrollo, manteniendo sistemas en funcionamiento. Este fue el viaje que me llevó a la dirección, asumiendo el liderazgo de este nuevo sector de mantenimiento.
Los desafíos surgían de formas inesperadas, siempre que estaba enfocado en un área específica, la empresa tenía una nueva necesidad o función para agregar, y yo los aceptaba. Marcelo y Juliano, con sus constantes retroalimentaciones, siempre me incentivaron a buscar algo diferente, a explorar nuevas áreas dentro de la empresa. Esto siempre me motivó, siempre me gustaron los desafíos. Podían estar relacionados con puestos, cambios de función o transiciones entre áreas en la empresa. Siempre que percibía que podía contribuir de alguna manera, aceptaba estos desafíos.
Al aceptar estos desafíos y buscar siempre el crecimiento dentro de la empresa, me di cuenta de que mi visión de abordar las demandas que surgían se alineaba con los objetivos de la empresa en relación con mi crecimiento profesional.
No me gusta la monotonía. Siempre busco formas de agregar más, de ayudar más. Y cuando encontramos esa inquietud en los profesionales, la voluntad de mejorar siempre, esto estimula el crecimiento de la empresa. Lo veo también en mi equipo. Cuando pienso que estamos estancados, que todo está bien, siempre alguien trae una sugerencia de mejora, una idea para mejorar un proyecto. Siempre están conversando entre ellos, compartiendo conocimientos y buscando formas de elevar el nivel del trabajo.
Fue un cambio del 100%. Cuando entré en NextAge, había salido de otra empresa y estaba medio perdido en el mercado, haciendo trabajos esporádicos, freelancers y cosas así. Acepté el desafío en NextAge, que era comenzar desde cero. Eso cambió todo, amigo, puedo decir que prácticamente cambió todo en mi vida. En ese momento, mi visión de futuro estaba un poco perdida, ¿sabes? Estaba medio desanimado, sin muchas perspectivas. Pero cuando entré en NextAge, todo cambió. Revivió en mí esa llama de querer hacer cosas diferentes, de querer crecer.
Y no fue solo en el aspecto profesional, la empresa también se preocupa por el bienestar del colaborador. En mi caso, va más allá del aspecto personal, llega hasta la parte familiar. La empresa siempre me apoyó mucho en eso. Cuando necesité trabajar desde casa a tiempo completo, me dieron esa oportunidad. Fue un impacto enorme, no solo en mi vida, sino también en la vida de mi familia. Logré transmitirles un poco de la visión de NextAge, sobre cómo es trabajar en un lugar que realmente se preocupa por tu bienestar, que quiere saber si estás feliz, si estás satisfecho. Y si, por casualidad, lo que estás haciendo no está funcionando, la empresa está abierta a encontrar una solución, a reubicarte en algo que sea más adecuado para ti. En ese sentido, cambió bastante. Solo agregó valores, tanto profesionales como familiares, a mi vida.
Toda esa voluntad que tenía antes, de no quedarme quieto, de siempre querer más, de alguna manera se había perdido en algún momento de la vida. NextAge me ayudó a salir de ese punto y volver a ese pensamiento anterior, de querer crecer, de querer marcar la diferencia.
Liderar y ser responsable de otras personas es desafiante. Tratar con personas, cada una única, es un verdadero desafío. Es necesario verlas primero como individuos antes que como profesionales, entender cómo puedo impactarlas, así como NextAge impactó mi vida, y de qué manera puedo contribuir a su crecimiento. Esto, creo, es desafiante, porque cada persona tiene sus propias necesidades y aspiraciones. Sin embargo, dentro de NextAge, las personas siempre están dispuestas a sumar, siempre buscando más.
En este sentido, se vuelve más llevadero, porque nunca he encontrado personas dentro de NextAge que estuvieran solo en el grupo, en el equipo, pero no quisieran contribuir. Esto es muy gratificante. Facilita un poco el trabajo de liderazgo. Sin embargo, es una preocupación constante, ya que es necesario equilibrar la visión del cliente con la visión del equipo, sin permitir que los problemas afecten personalmente a los miembros del equipo. Es desafiante, pero gratificante, y me gusta mucho.
Es una gran responsabilidad, ya que siempre intento ponerme en el lugar del otro. Si alguien no está rindiendo en el equipo, intento entender si la causa es personal, relacionada con la empresa o si debo asumir la responsabilidad. En la posición de líder, es importante buscar formas de mejorar el rendimiento de la persona antes de considerar su exclusión del equipo, lo cual debe ser la última opción después de agotar todas las alternativas.
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